domingo, 9 de diciembre de 2012

El cura de Xestoso y sor Lucía Caram


El sacerdote gallego Luís Rodríguez Patiño, responsable de varias parroquias entre la Coruña y Lugo, ha pedido la excomunión para los políticos y banqueros. Mientras todo el mundo discute la sandez del buey y la mula en el portal de Belén, este cura ha decidido precintar uno de los belenes de la iglesia de Cambás, localidad coruñesa de Aranga, porque según  se explica, el niño Jesús encarna los problemas de los seres humanos, está con los pobres y en estos nefastos tiempos sería un desahuciado más. Aboga este valiente sacerdote por un Iglesia humana e irónicamente agradece al vaticano que haya sacado al buey y la mula del portal, ya que estos animales encarnan a banqueros y políticos disfrazados.
Lo curioso de todo esto es que la jerarquía de la Iglesia, lo que un servidor llama desde hace muchos años la Iglesia Oficial, apenas se pronuncia sobre los injustos desahucios provocados por la usura de los bancos y la connivencia de los políticos, subyugados a esos caprichosos vaivenes de los ‘mercados’.  Como los monseñores viven, y muy bien, en su estatus privilegiado, solo piden a los políticos que protejan a la familia, a la tradicional, claro.  O poniéndose rotundamente a los matrimonios homosexuales, o dicho más finamente, están en contra de la sentencia del Tribunal Constitucional del pasado 6 de noviembre que reconocía estos matrimonios legales. Y para esto titulan su nota con un titular sugerente: ‘Nota sobre la legislación familiar y la crisis económica’, ingenuo de mí que al leer esta nota pensé que iban a denunciar las injusticias y brutales recortes que estamos sufriendo la gran mayoría de ciudadanos, pero no, les preocupa esas cuestiones morales, ellos lo tienen todo asegurado,  que al resto de españolitos nos traen al pairo. Porque hay cosas más importantes como el robo de derechos, de dignidad  y el empobrecimiento de todos nosotros.
En la nota de prensa final de la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal española, sí nos encontramos con una alusión de dos líneas de su presidente el cardenal Rouco Varela  sobre los desahucios, y dice así: “ Que se busquen con urgencia soluciones que permitan a esas familias desahuciadas, igual que se ha hecho con otras instituciones sociales, hacer frente a sus deudas sin tener que verse en la calle”. Imagino que esas instituciones sociales son los bancos y cajas de ahorro, pero no se atreven a nombrarlos, y menos a echarles la culpa, que la tienen, sin duda. Algo es algo, hemos pasado de echarles a la fuerza y con antidisturbios de la Almudena, a pedir por ellos.

La Iglesia  es mucho más que una jerarquía anclada en el pasado y lejana a las preocupaciones y necesidades de los hombres y mujeres de este siglo XXI. Miles y miles de voluntarios en Cáritas, seglares, monjas y curas que están cerca, ayudando a los necesitados, sea el cura de Xestoso, o sor Lucía Caram, una religiosa contemplativa  dominica de origen argentino que dice que ‘mi claustro es el mundo’, y así lo demuestra cada día en Manresa, ayudando, colaborando y escuchando. Como proclama esta mujer: “Dios no tiene manos, pero tiene nuestras manos”.
No son tan atípicos estos personajes, son valientes, sinceros y  mediáticos sin querer, y tienen en común la persona de Jesús del Evangelio.
Para los católicos estamos en Adviento que es esperar contra toda esperanza. Que no nos amarguen la cercana Navidad. 

sábado, 1 de diciembre de 2012

Ricos que gobiernan para ricos


 No nos engañemos,  la llamada clase media, que según los expertos es un invento muy nuevo, corre un serio peligro de quedarse a “la cuarta pregunta”. La exclusión social llama a su puerta junto a la Navidad, con mula y buey incluidos.
Por decisión de estos señores que dicen gobernarnos, el pensionista medio de este país deja de cobrar 436 euros. Una de tantas líneas rojas saltada a la torera, digo a la torera porque esa fiesta nacional sí sigue subvencionada. Los equipos del deporte o negocio rey, deben a la hacienda pública y a la seguridad social, pero eso es pecata minuta. Mientras funcione el ‘panem et circenses ‘que entretengan a las masas, cada vez más hambrientas, que se lo pregunten a Cáritas y Cruz roja,  no hay muchos problemas, y si los hubiere, para eso está la policía o los Mossos d’Esquadra, que aunque apaleen y torturen, ya se les indultará. Y los 200 jueces que se manifiestan contra esta barbaridad que huele a los viejos tiempos dictatoriales, que se dediquen a lo suyo. El caso es que tampoco quieren desahuciar a los que se han quedado sin trabajo y no pueden pagar esa hipoteca abusiva, pero la vieja ley decimonónica pende sobre el débil como una espada de Damocles. Otra vez este gobierno se pliega a las exigencias de los ricos banqueros, que no bancarios. Solo nos queda esperar a que el Tribunal europeo se pronuncie y diga lo que todo el mundo piensa y sabe sobre esta ley desproporcionada e injusta.
Las protestas recorren este país maltrecho, vestidas de colores; el blanco de la Sanidad, el verde de la Educación, el negro de los funcionarios, el naranja de los dependientes y servicios sociales, el violeta para los que defienden los derechos de las mujeres, y un largo etcétera donde incluiremos a los pensionistas y parados con malos hábitos adquiridos como el de no trabajar, según Ángel Gurría, secretario de la OCDE. Apenas ha estado 24 horas en España y se permite la desfachatez y  la sinvergonzonería no solo de pedir un despido más barato aún, sino también de insultar a los parados de larga duración, llamándoles vagos. No nos extrañe, pues una señora rica de papá y  diputada, ya dijo ‘que se jodan’ cuando bajaron la prestación por desempleo. Ya saben, ‘después de puta, poner la cama’.
Si usted tiene por fortuna una nómina, sin extras, le descontarán un veintitantos por ciento, más el diez que ya le han bajado, pero si tiene dinero de verdad, es decir, es rico, será más rico porque la deducción es ridícula. Pagamos más impuestos, te bajan el sueldo cuando quieren, te quitan las pagas extras, sube el IPC por encima de las previsiones de estos genios, como siempre, volverán a subir el IVA…
Pero estamos a las puertas de la Navidad, no se deprima ni se ponga enfermo, y aunque tenga dos hijos universitarios con su subida brutal de las tasas, sonría como el escudero pobre del Lazarillo de Tormes.
Termino porque no les quiero agobiar. Cada vez somos más los que estamos a esa ‘cuarta pregunta’ que les decía al comienzo. Es una frase hecha popular que tiene su origen en las preguntas que se hacían a los detenidos, siguiendo los hábitos procesales: 1ª, nombre y edad; 2ª, patria y profesión; 3ª, religión y estado; 4ª, rentas. El declarante siempre respondía que no tenía ningún dinero, que era pobre de solemnidad, y si volvía a aparecer alguna referencia al dinero, siempre el detenido respondía que estaba a la cuarta pregunta.